Los viajeros con presupuesto ajustado saben que una de las mejores maneras de sacarle partido a un viaje es alojarse en un albergue: saldrás a descubrir el destino durante el día e intercambiarás anécdotas con otros viajeros en la cocina o el bar por la noche. El tipo de habitación más común en los albergues es el dormitorio compartido con baño también compartido, pero también suelen contar con habitaciones privadas para quienes quieran pagar un poco más.
Un hostel muy original, antiguamente un hospital. Cocina bastante equipada pero con mucha gente por lo que tienes que esperar un poco. Duchas y camas muy cómodas. Todo bastante limpio.
Es un edificio con mucho encanto, antiguo hospital que han reconvertido en un hostel muy agradable. El personal es muy amable y cercano, y las instalaciones comunes son realmente bonitas, en especial la cocina, que además tiene todo lo necesario. Incluso tienen en la cocina una cesta por cada cama para no tener que guardar la comida en el dormitorio, y una gran cesta común por si quieres compartir o dejar comida. En general había un ambiente de serenidad, camaradería y cordialidad.
A pesar de ser un hostal bastante grande estaba todo muy limpio. La cocina muy amplia para cocinar varias personas a la vez y con muchos utensilios.
El autocheckin muy cómodo
Personal muy atento y eficaz. Limpieza de 10. Zonas comunes muy acogedoras, cuidadas y funcionales. Se trata de un antiguo hospital totalmente adaptado a Hostel. Tiene lavadora y secadora común y sauna muy zen. Nuestra habitación familiar tenía baño propio y las camas eran super cómodas (almohadas de plumón). Cuidan con mimo el establecimiento y se nota. Además está en un pueblo muy chulo.
Me gustó todo, el hostel súper acogedor, cama cómoda con baño, cocina y comedor excelente aunque apenas lo utilizamos porque cenamos fuera y el descanso de 10, no escuchamos ni un ruido
El pueblo es una maravilla y el hostel lo hace aún más especial
Me gustó todo, la ubicación, las camas super cómodas, la habitación amplia, la cocina y comedor super acogedor y con vistas espectaculares y la historia del hostel que hace que la estancia sea especial.
Fayna
Familia con niños pequeños
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