Alojamiento ideal para familias, grupos o parejas que quieren estar solos y disfrutar del lujo. Estas mansiones tienen espacio y privacidad, y están completamente amobladas. No suelen tener personal de servicio, así que los huéspedes pueden cocinar, relajarse y salir cuando quieran. En Bali, los resorts también se llaman "villa".
La casa es nueva, así que todo estaba impecable, y funcionando. Justo el día que llegamos instalaron el aire de la segunda habitación, así que todos los ambientes superfrescos. Nos esperaron con café, azúcar, aceite, productos de limpieza. Ricardo y su señora muy agradables.
Creo que todo me gusto, ubicación, vistas, tranquilidad, habitaciones, comida, personal híper atentos a todas nuestras necesidades , te sentís en tu casa, instalaciones con muy buen gusto en toda la decoración y espacios amplios, mires donde mires hay belleza, por fuera y por dentro, incluyendo al personal y a las mascotas del lugar
El lugar es maravilloso, un predio que fue durante años explotado para agricultura convencional, los nuevos y actuales propietarios lo convirtieron en un lugar basado en la agroecología y la sustentabilidad. También reconvirtieron la tierra explotada anteriormente, en una reserva natural. La cabaña muy cómoda y en excelentes condiciones, la dueña del lugar nos atendió de maravillas. Todos los días nos sorprendió con algo distinto en el desayuno, con frutas nativas elaboradas en jugo, mermelada o frescas.
La casa es amplia con dependencias clausuradas, mucho patio delantero donde se puede dejar 2 vehículos, es una buena opción para quedarse un par de días, no hay mas que hacer que visitar los saltos.
El lugar es maravilloso. Fuimos muy bien recibidos y atendidos por Adriana, la dueña del lugar Nos dio toda la información que necesitábamos, tuvo toda la paciencia del mundo para contestar mis múltiples preguntas por wapp, y es una persona sumamente cálida. No fue como estar en un frío hotel sino en la propia casa. Lo recomendamos a todos los que les guste una vida en contacto fuerte con la naturaleza.
La atencion de Flor y Jorge, lo que cocinan, el desayuno las mermeladas, piźzas, LA MANDIOCA FRITA, milas, arrollados con todo, la cabana rustica pero con todo lo necesario, cama, almohadas, sabanas de lujo, el aire acond, ventilador de techo y .manual, la cercania a los Saltos Mocona, 35 km x ruta brutal, la seguridad, la pequena piscina sobre el rio, EL PARADOR para relajarse, comer, conversar TODO..
La conexión con el ambiente , ya que las cabañas estaban en medio de la selva.
Escuchar el agua del arroyo mientras nos tomábamos unos mates en el balcón de la cabaña.
La simpatía, cordialidad y el trato de Gisela y Lucas nos hicieron sentir como en nuestra casa, como de la familia.
El desayuno preparo por Gisela riquísimo.
Las charlas y la predisposición de Lucas para contarnos sobre El Soberbio fue muy bueno.
Volvería muchas veces más.
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Todo empieza con una reserva
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Luego, un viaje
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Y, finalmente, un comentario
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