Los viajeros con presupuesto ajustado saben que una de las mejores maneras de sacarle partido a un viaje es alojarse en un albergue: saldrás a descubrir el destino durante el día e intercambiarás anécdotas con otros viajeros en la cocina o el bar por la noche. El tipo de habitación más común en los albergues es el dormitorio compartido con baño también compartido, pero también suelen contar con habitaciones privadas para quienes quieran pagar un poco más.
La ubicación es muy buena, cerca de establecimientos de hostelería y de la zona para coger la lancha que te lleva a la playa. Una localización residencial y muy tranquila. La anfitriona, Mónica, muy atenta y amable.
Ubicación excelente, se puede aparcar cerca y está a 2 minutos del puente caminando. Personal muy amable, es un albergue pero muy bien organizado, nada de problemas de convivencia, muy familiar y sano. Desayuno correcto
Todo, limpio, gente muy amable. Instalaciones de primer nivel, muy tranquilo. Podría decir que es el mejor Hostal en el que eh estado. Y trabajo en el rubro, conozco muchos hostales. Felicidades, desde el dueño hasta todos los trabajadores. Excelente.
Desayuno correcto, mejor que en algún otro albergue. Calle difícil para aparcar pq está en mismo centro, pero tienen algunas plazas de parking.
Habitación grande, con armario y una gran ventana.
La persona que nos atendió al llegar, Juana , un encanto.
El hostel está en un punto super céntrico, se puede aparcar en las inmediaciones caminando un poquito, la habitación limpia y grande, pero la tele no. El baño compartido pero no la misma ducha y ni a la vez. La cocina con todo para cocinar y cafés y demás de pago.
Hostal muy limpio y en zona muy tranquila, dando un paseito se llega al pueblo para poder comer o hacer alguna compra. Nos atendieron con toda amabilidad en el alojamiento, haciendo lo posible por hacernos agradable la estancia.
En general muy bien, teniendo en cuenta que es un albergue juvenil.
Guillermo
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