Los viajeros con presupuesto ajustado saben que una de las mejores maneras de sacarle partido a un viaje es alojarse en un albergue: saldrás a descubrir el destino durante el día e intercambiarás anécdotas con otros viajeros en la cocina o el bar por la noche. El tipo de habitación más común en los albergues es el dormitorio compartido con baño también compartido, pero también suelen contar con habitaciones privadas para quienes quieran pagar un poco más.
Excelente ubicación y la atención de su dueño jose estuvo ayudandome en todo momento super recomendable volvere a temuco y elegire el mismo hostel para quedarme lo super recomiendo
Excelente servicio en personal atento y preocupado para atender a los clientes.ubicacion excelente.
Todos muy amables. Limpieza perfecto.
El bar ingles en un lugar bellísimo.Los
Meseros Bárbara y Marcos siendo muy jóvenes ,conocen el oficio.
Desde el 2009 que somos clientes,se extraña la carta del menú anterior
El hostal es muy amplio y cómodo. Además de estar bien calefaccionada en tiempos de invierno. La habitación que nos tocó y el baño, muy limpios y comodos. El personal muy amable y los cachorritos y gatita también 😊
Nada en particular , es un hostal estándar en cuanto a instalaciones por el precio que pagas, sin destacar en ningún punto.. Lo único que destaco es la calefacción central.
La ubicación del hostal es muy buena, además el personal fue sumamente amable. Buena relación precio y calidad. Además el hostal es bastante silencioso en caso de gente que viaje por motivos de trabajo
El baño pese a ser compartido, siempre se mantuvo muy limpio
Alojar en el hostal Sol es como ser adoptado por una familia en un hogar sureño. La Sra. Soledad es muy amable y preocupada por sus inquilinos. Además, es ella misma la que prepara el desayuno--muy completo y abundante--que sirve en la mesa de la cocina junto a la estufa. Recomiendo mucho este alojamiento a mochileros, estudiantes y particularmente a quienes estén de paso por Temuco asistiendo a un congreso u otra actividad académica en el aula magna de la UFRO, que queda a 10 minutos caminando.
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