Estos hoteles-cápsula económicos surgieron en Japón y son una novedad para cualquier viajero. Cuentan con filas de camas individuales pequeñas y cerradas para brindar alojamiento básico y solo para dormir. Suelen tener un lugar aparte para dejar el equipaje y baños comunitarios separados por género. Algunos hoteles cápsula suelen tener un sentō, baño público japonés, que por lo general apunta solo a los huéspedes varones.
La habitación era amplia y cómoda, situada en el ático desde donde hay vistas a toda la ciudad, incluyendo el Vesubio. En el cuarto hay un pequeño frigorífico, y un par se cápsulas de cafe y té para tomar en la mañana; la cafetera está en una pequeña cocina que está situada junto a la recepción. El edificio se encuentra frente a la estación central de Napoles, perfecto para moverse desde y hacia al aeropuerto, y Pompeya. Nos dejaron guardar nuestro equipaje en la recepción hasta la tarde que salía nuestro vuelo.
Increíblemente limpio, habitación y baño super amplios y cómodos, aire acondicionado muy bueno, todo tipo de utensilios de cocina, cafetera y detalles como cápsulas de café. Muy buena gestión por parte de los propietarios y calidad-precio espectacular. Buena ubicación.
La habitación y las camas, son muy cómodas. Estaba muy limpio
Hay una tetera y cafetera d uso común con cápsulas de café y bolsitas d té. Tb cubiertos de plástico.
Súper céntrico. Se puede ir andando a casi todos los sitios pero adms está el metro justo delante. Tb hay varios sitios buenos para cenar cerca y súper mercados
La estación de tren a un paso igual q el Transfer bus o taxi al aeropuerto.
Recomendable
Nos gustó y un imprescindible en verano el aire acondicionado silencioso y que te permite dormir cómodamente con buena temperatura.
Las almohadas y la cama un 10, se duerme como si no existiera un mañana.
Te proporcionan cápsulas de café y bollería de recibimiento para tu estancia.
Y muy importante la entrega de llaves sin contacto, ya que te permite llegar a la hora que te venga mejor y es seguro.
Ubicación inmejorable: a un minuto andando del aeropuerto. Precio muy económico. Los baños, aunque están fuera de la cápsula y son compartidos, cada baño es completo y tiene wc+lavabo+ducha junto, lo cual te da privacidad.
Apartamento pequeño pero con todo lo indispensable, incluido aire acondicionado y deshumidificador. El dueño muy amable y atento, nos dio recomendaciones de lugares para visitar y restaurantes. Además, dejó cápsulas de café, zumo y unos bollos para el desayuno.
Amplia y linda habitación, cómoda y suoer luminosa.
Para desayunar nos dejaron una canasta con variedad de galletas, magdalenas, café en cápsulas y variedad de té.
El baño super amplio y limpio.
Desde la calle nos costó reconocerlo pero el anfitrión nos espero en la puerta al ver que no llegábamos.
Pata llegar al centro caminamos 2.5 km en 20 minutos.
Muy buena la atención, aunque es todo virtual.
Estuve en la habitación más grande, la cama es muy comoda.
Tiene aire acondicionado, ventana con persiana y un baño dentro de la habitación.
Es un piso compartido con habitaciones privadas, cada una con su baño. Tuve suerte de que los otros huéspedes hayan sido silenciosos. Hay una sala compartida con sofá e incluye cafetera y cápsulas, té y agua. No tiene cocina ni baño compartido.
Está muy cerca del metro pero está un poco lejos de todo.
Es muy lindo, tiene una decoración preciosa, mezclando toques modernos con lo antiguo de la construcción, cerámicas estilo vintage, techos altos redondeados con las molduras originales antiguas. Cama y almohadas cómodas, buena ducha, hay secador de pelo, cafetera con cápsulas, frigobar, escritorio, TV de buen tamaño. Todo muy bien. Manuela es muy amable y preocupada.
Es una opción estupenda si llegas muy tarde de un vuelo o vuelas a la mañana muy temprano. La habitación es obviamente pequeña pero porque así son los hoteles cápsulas, sin embargo me sorprendió la comodidad. Tiene tele, perchero, aire acondicionado. También hay una pequeña terraza.
Carolina
Persona que viaja sola
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