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Desayuno abundante y variado

El alojamiento es excelente: limpio, habitación espaciosa, bien decorada. Entorno muy tranquilo. El desayuno abundante, variado, muy bueno para comenzar el día. Odemira es un excelente lugar para visitar la costa del Alentejo, con buenos restaurantes para disfrutar de tarde/noche la buena cocina portuguesa. Claudia nos atendió de maravilla. Totalmente recomendable.

El hotel muy acogedor. Pasamos un poco de frío por la noche aunque pusiéramos la calefacción. El desayuno, aunque no el mas variado, muy completo, y el personal muy simpático.

El lugar, separado del pueblo, es súper tranquilo. Un lugar muy acogedor y decorado con mucho gusto. Las vistas son preciosas y el entorno genial. José Luis, el dueño, es una persona muy amable y nos sentimos como en casa. El desayuno variado y muy rico, además decorado. La habitación era muy bonita, la cama suuuper cómoda y las sábanas inmejorables, de verdad. Un lugar para repetir sin duda!

Todo en general. Pero el desayuno fue sensacional, muy variado y mucha calidad en los productos. El personal muy amable y la localización un paraiso. Volveré sin dudas!

Muy bien situado, a solo 10 minutos del centro de Évora, un sitio muy tranquilo para desconectar y respirar aire puro, el sitio era muy bonito, las habitaciones bastante cómodas, todas con aire acondicionado y calefacción, todo muy limpio y el personal muy amable. El desayuno tipo buffet delicioso y variado.

La ubicación,excelente, a unos metros del palacio ducal. La casa,un lugar con mucho encanto,con habitaciones personalizadas El desayuno,muy bueno y variado. Lo mejor,el trato del personal. Muchas gracias a Teresa y Manuela por hacernos sentir como en casa. Sin duda,repetiremos!!

Nos dieron una habitación superior a la solicitada, muy confortable, por alojarnos tres noches. El desayuno era muy variado y su personal muy atento, así como el de habitaciones.

Todo, trato , habitación, ubicación y aparcamiento. Hay una maquina de café y mas bebida en el pasillo, me gustó tomar un Colacao caliente a media noche calentito que estaba resfriada . Y nada más levantarme un café.

La amabilidad del anfitrión. La habitación es una antigua estancia convertida en dormitorio muy, muy amplio. El desayuno de lo más completo y variado. Casa con mucha historia y muy peculiar. Pasamos solo una noche porque íbamos de paso pero para repetir sin duda.