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Los dueños de la posada fueron muy amables, simpáticos, siempre pendientes de que estuviéramos a gusto. Las camas muy cómodas, un lugar muy tranquilo y silencioso, apto para dormir totalmente relajados. Los desayunos fueron espectaculares con macedonia de frutas naturales, tostadas recién hechas con aceite y tomate, mantequilla y mermelada, un plato con buen jamón y buen queso y acompañados con nueces. La comida y la cena riquísimas.

Limpio ,con todo tipo de prestaciones .El Personal muy agradable y profesional .Para quien se aloja con niños un puntazo el Desayuno con Micky y Minnie

La Hostería es muy cómoda, camas en literas-cubo en habitación compartida con baño y ducha en la habitación (yo estuve en habitación de 4) y tiene de todo.

La sensación de dormir en una posada centenaria y la amabilidad de Ana Belén hace que la estancia aquí sea tan agradable como especial. Super recomendable probar el desayuno casero que ofrecen y disfrutar las estancias tan unicas de un sitio como este. Una pena no haber podido quedarnos algún día más!

La posada está ubicada en un marco precioso y con grandes vistas. Tienes posibilidad de desayunar y cenar comida casera (deliciosa, por cierto) en el propio lugar. La habitación estaba impecable y no faltaba ningún detalle. Pero, sobre todo, la persona que la regenta, que nos ayudó y se preocupó por nosotros en un momento de urgencia. Cuando seamos tres volveremos a que nuestra bebé conozca este lugar tan maravilloso.

La amabilidad de los trabajadores, las habitaciones y la posada rodeada de montañas y naturaleza.

Trato personal de la anfitriona (Ana Belén), sus consejos sobre las visitas a realizar por la zona nos fueron muy útiles. La posada es una pieza de historia. La comida es muy buena y natural.

La ubicación es perfecta para conocer los dos valles que conforman la Selva de Irati. La posada es muy acogedora y calentita cuando hace frío fuera . Meritxel ofrece desayunos y cenas caseras..Ambos son exquisitos y a muy buen precio Es muy cómodo poder cenar en la posada después de un día de ruta .

Todo fue perfecto, la pareja es encantadora y nos atendieron muy bien. El desayuno fue increíble, mucha variedad y todo riquísimo. La habitación perfecto y muy buena ubicación, apenas a 3 minutos de la plaza de Elizondo. Da gusto encontrarse con posadas así.