Este alojamiento se encuentra en Trpanj, que cuenta con calas ocultas, playas románticas y naturaleza virgen. Se encuentra en la península de Pelješac, que tiene un clima mediterráneo ideal para la elaboración de vinos de primera calidad. La zona también incluye unas salinas y las magníficas murallas de Ston, el tercer símbolo de la península de Pelješac. La naturaleza de la zona es increíble. Se puede llegar a Trpanj por la llamada carretera de Napoleón, y por mar, atracando en el precioso puerto de Trpanj, que está ubicado frente a la estatua de Nuestra Señora del Mar. La zona ha sido siempre frecuentada por marineros y granjeros, y actualmente es un destino muy popular entre los turistas. Los huéspedes pueden visitar las playas de Pelješac, Divna y Duba, y la bahía de Orebić, desde donde se puede llegar a Korčula, que fue el lugar de nacimiento del aventurero Marco Polo. Desde Pelješac también se puede tomar un barco hasta la isla Mljet, que aparece en “La Odisea”, y la ciudad de Sućuraj, que es la isla más soleada de Hvar. En las empinadas laderas de la península, se puede disfrutar de la ruta del vino de Pelješac, donde maduran las variedades Dingača, Plavac mali y Postup. El Hotel Faraon está situado justo al lado de la playa y ofrece vistas mágicas, aromas magníficos y los sonidos relajantes del mar. Los huéspedes pueden degustar los mejores vinos croatas y disfrutar de las especialidades gastronómicas de las tabernas de Trpanj.

A las parejas les gusta la ubicación. Le pusieron un puntaje de 9,3 para un viaje de a dos.

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