LA CASITA es un espacio pensado para el disfrute. Cada rincón y detalle fueron ideados para que los huéspedes se sientan en el calor de su propio hogar. Con habitaciones amplias, un entorno único y todo un predio privado; LA CASITA les ofrecerá una estadía única. Solo deberán entregarse al disfrute de esta experiencia.

Sierra de la Ventana es un hermoso lugar. Hace muchos años que lo visito, mi familia se enamoró de este entorno hace más de 20 años y me gustaría compartir con ustedes este sentimiento.

LA CASITA se encuentra en una ubicación privilegiada, al pie del Cerro Ceferino. Esto indica que desde el jardín de la propiedad podrán acceder al Cerro y recorrerlo a pie o al trote –como lo hacen varios deportistas del lugar-. Al tratarse de un entorno agreste tendrán contacto con varias especies del lugar; liebres, lagartos, pájaros de todo tipo, etc. Sierra de la Ventana conserva aún hoy vestigios de su naturaleza original y despliega la incorporada a principios del siglo XX. Montañas y praderas donde habitan animales en estado salvaje. La historia del Cerro Ceferino o Cerro del amor Hace tiempo, en la antigua Sierra de la Ventana, dos tribus enemigas se odiaban por lo que permanecían alejados unos de los otros. En ambas tribus, había 2 caciques. Un día, la hija del cacique del norte, fue a recolectar flores a la cima del cerro, y a la vez, el hijo del cacique del Sur fue a buscar vacas al mismo lugar. Al encontrarse sin conocerse, la hija del cacique inicio una conversación con el chico y quedaron en verse al día siguiente en el mismo lugar y horario. Tras pasar el tiempo, siguieron viéndose, y se enamoraron. Miembros de la tribu del sur que pensaban que esa relación no podía continuar, dieron aviso al cacique de la relación prohibida entre su hijo y la hija del cacique del Norte, por lo que los guerreros lo hicieron desaparecer a espaldas de su amada. Entonces, desde ese día, la hija del cacique siguió subiendo al cerro para volver a encontrarse con su amado. Al pasar de los años, cuando ya estaba anciana, en un día muy frío y tormentoso, ella se quedó parada esperando, pero unas inmensas nubes bajaron hacia el cerro y se la llevaron. Nunca fue vista de nuevo. Hoy en día se cuenta que cuando llueve, arriba del cerro caen piedras con forma similar a la de un corazón, y quien se la lleve a su amada, volverá con ella a Sierra de la Ventana. Mi deseo es que puedan disfrutar de todo este maravilloso entorno tanto como lo hago yo.