Los que viajan con poco presupuesto saben que no hay mejor forma de ahorrar que quedarse en un hostel. Con lo ahorrado, podés hacer actividades durante el día. Por la noche, podés intercambiar historias con otros viajeros en la cocina o el bar. Los dormitorios con baño compartido es lo que más se reserva en los hostels, pero también hay habitaciones privadas para los que quieren gastar un poquito más.
Excelente atención por parte del staff en el hostel, especialmente Efraín. Se incluyó desayuno continental en la tarifa a bien precio, que además fue en una locación muy central.
Es amplio, la ubicación es excelente, el personal fue muy amable, la entrada es de escalera de caracol perfecta para una foto, por esta temporada no pasas frío, no ocupas candado ya que los lockers tienen chapa y en la recepción te prestan la llave y todavía tiene su toque antiguo y las fotos de como era antes de adaptarlo a hostal, muy bonito e interesante.
Está muy cerca del centro histórico, como a cinco minutos caminando; es un desayuno básico pero muy bueno, el café estaba en su punto 👍, además del café había leche, cereal, pan blanco, mermelada y mantequilla, se podía usar la cocina y preparar uno mismo ahí sus alimentos y eso le da un plus extra al hostal.
Sus calles se ven seguras y la zona se ve muy limpia y tranquila.
También me gustó que a las once de la noche en punto se apagan las luces y todo está en perfecta calma, se puede dormir bien 😴
La habitación estaba impecable. Las instalaciones son muy bonitas.
La recepcionista fue muy amable con nosotros.
El hostal posee estacionamiento, aunque por alguna razón eso no estaba especificado en booking.
Me gustaba el ambiente que había hace más de dos años cuando empecé a hospedarme en este hostal, llegué a considerarlo mi casa pero todo cambio desde hace varios meses
Es un hostal céntrico y bastante completo en cuanto a equipaciones.
Ángel
Pareja joven
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