Los viajeros con presupuesto ajustado saben que una de las mejores maneras de sacarle partido a un viaje es alojarse en un albergue: saldrás a descubrir el destino durante el día e intercambiarás anécdotas con otros viajeros en la cocina o el bar por la noche. El tipo de habitación más común en los albergues es el dormitorio compartido con baño también compartido, pero también suelen contar con habitaciones privadas para quienes quieran pagar un poco más.
Como en todos los albergues, la experiencia depende más de quienes se hospedan allí que del lugar en si.
Las literas tienen cortinas, luz individual, enchufe y cargador, lo que lo hace muy práctico y da algo de privacidad. Hay taquillas pero son pequeñas para el tamaño de una maleta o mochila grande.
Habitación de 6 con baño propio, limpio y reformado.
No es céntrico pero se llega en unos 15 minutos andando al centro. La zona me pareció segura.
Buena ubicación, cerca de dos estaciones principales de tren y metro. Hay locales comerciales y de comida muy cerca del hostal. Las instalaciones en general se veían nuevas y bien mantenidas. Las habitaciones tienen lockers de seguridad para dejar tu cosas de valor e incluso tu mochila si es que no es muy grande.
Supero nuestras expectativas comparado con otros hostels visitados en otras ciudades. El personal es muy amable y simpático. Las instalaciones muy grandes y limpias.
Estuvo muy bien las instalaciones, pese a reservar habitaciones compartidas estuvimos las 3 solas. Muy buenos baños, habitación muy cómoda, perfecta para mochileros.
Personal muy amable, siempre atendió mis dudas y requerimientos.
Hostal de bonitas instalaciones muy estilo escocés.
Acogedor y seguro 🔐
Camas cómodas y sábanas super limpias.
Tienes baño dentro de la habitación.
La ubicación era muy buena porque estabas cerca del centro. La habitación, pese a ser un hostel, tenía baño privado. Las zonas comunes cocina y comedor eran amplias.
La ubicación y que tenía ascensor, ya que la mayoría de los hostels son con escalera y yo viajaba con una valija grande. Las camas eran cómodas, la almohada no tanto.
Viviana Mónica
Persona que viaja sola
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