Los que viajan con poco presupuesto saben que no hay mejor forma de ahorrar que quedarse en un hostel. Con lo ahorrado, podés hacer actividades durante el día. Por la noche, podés intercambiar historias con otros viajeros en la cocina o el bar. Los dormitorios con baño compartido es lo que más se reserva en los hostels, pero también hay habitaciones privadas para los que quieren gastar un poquito más.
Excelente opción si buscas explorar la zona y dormir en un lugar limpio, cómodo y tranquilo. El desayuno proporcionado fue abundante y variado, todo un detalle. Además, tuvimos la inmensa suerte de tener todo el hostal para nosotros dos, por lo que obviamente la calma fue absoluta.
El albergue tiene fácil acceso y mucha zona de aparcamiento gratis alrededor. Está en una plaza dentro del pueblo. Las instalaciones son muy nuevas y limpias. Hay alimentos para que puedas desayunar (leche, zumo, fruta, bollos, pan...). En la sala común también tienes tele, libros y juegos de azar. Hay menaje suficiente para que puedas cocinar. Mercedes es encantadora, se desvive para que estés cómoda y agusto.
Las instalaciones están prácticamente nuevas, o quizá nuevas, y en temporada baja, como ahora, sólo éramos dos personas en un albergue enorme (por ello, estábamos muy tranquilos y con una sala de camas para cada uno). Tiene una cocina en la planta baja con cafetera, nevera, etc. Alquilan toallas por 1,5€, creo recordar, y otros servicios tienen precio extra (lavadora, por ejemplo). Gratuitos son: ducha, cocina, taquilla...
Las camas son cómodas, también las almohadas.
Ubicación excelente en Maella y de cara a recorrer pueblos cercanos. Albergue nuevo. Teníamos la habitación doble con baño privado. Muy silenciosa y eso que había que atravesar todo el dormitorio con literas porque no hay otra forma (no había nadie) La cocina perfecta para cocinar con cafetera, tostador, útiles de cocina.
El albergue está muy nuevo, cosas sin estrenar y tiene posibilidad de usar la cocina que está muy bien equipada(tostador, cazuelas, máquina de café, nevera...)
Reservamos una habitación pero teníamos todo el albergue para nosotros solos. La cocina, el salón,... Todo a nuestra disposición. Fue como haber reservado una casa grande. La habitación muy limpia,.con 2 camas individuales muy cómodas. En la cocina café, zumos y bollería gratis. Hemos estado muy a gusto.
Javier
Pareja joven
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