Los viajeros con presupuesto ajustado saben que una de las mejores maneras de sacarle partido a un viaje es alojarse en un albergue: saldrás a descubrir el destino durante el día e intercambiarás anécdotas con otros viajeros en la cocina o el bar por la noche. El tipo de habitación más común en los albergues es el dormitorio compartido con baño también compartido, pero también suelen contar con habitaciones privadas para quienes quieran pagar un poco más.
La ubicación es extraordinaria y el albergue bastante cómodo.
El personal fue encantador. Cometí un error en la reserva y pusieron la voluntad en resolver una situación que nos podía haber dejado sin sitio para dormir.
El sitio. Un espacio muy agradable en plena naturaleza.
Tiene río y una piscina natural.
El hostel está muy bien para grupos. Las habitaciones son muy amplias con unos armarios metálicos. Sin lujos pero suficiente para un finde sin gastar mucho.
El entorno maravilloso. Hemos disfrutado mucho de la desconexión y relax que supone estar en plena naturaleza.
El hostel está situado en un lugar inmejorable, justo al lado de la piscina natural.
Buen acceso y facilidad para aparcar el coche.
Y el servicio y la atención del personal estupendos.
El albergue está situado al lado del Lago.
El trato muy bueno, aunque personal escaso, por lo que el último día no sabíamos si íbamos a desayunar allí porque no había nadie.
El entorno es increíble, las instalaciones enormes, si quieres ver las estrellas es el sitio ideal. Al lado tienes una piscina natural fantástica para refrescarte en verano. La habitación pequeña pero muy cómoda con vistas increíbles, hostal muy familiar y la dueña es encantadora y atenta en todo momento.
El hostal estaba súper limpio y es muy acogedor y cómodo. Míriam lo tiene todo impecable y es muy simpática, tanto es así que pensamos que era la propietaria y no lo es......ya la pueden cuidar porque una persona así de responsable y trabajadora es difícil de encontrar.
Gracias y hasta la próxima!!
Eladio Manuel
Pareja joven
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