Campings resort en Napier

Es como una mini ciudad por dentro. Primero fuimos recibidos muy cordialmente por una recepcionista de origen alemán (aunque me dio la sensación de que no era la única) muy cordial y que nos hizo sentir muy bienvenidos. Se nos asignó un apartamento en la planta baja (en nuestra área eran de dos plantas) donde pudimos aparcar el coche justo en la puerta. El apartamento por dentro estaba muy bien, bastante nuevo y muy limpio. Disponía de todos los utensilios necesarios en la cocina e incluso una tostadora y jabón y algo para lavar los utensilios y eso se agradece mucho porque en algunos hoteles no te lo proporcionan. El AC funcionaba estupendamente y muy silencioso. Nuestro módulo contaba con dos habitaciones aunque no nos hizo falta la seunda estancia. La cama grande de matrimonio nos resultó excepcional (me pregunto cómo harán la cama porque no vi ninguna palanca para elevarla) y dormimos y descansamos muy bien. El baño muy limpio y espacioso con una ducha abierta sin cortina o mampara de muy fácil acceso. También, se pusieron en contacto con nosotros para informarnos de que la manta eléctrica de la cama se encontraba indisponible. Hasta el momento no supe muy bien a qué se referían hasta que poco a poco, en diferentes alojamientos comprobé que poner mantas eléctricas por debajo de las camas es una práctica común en NZ. En cualquier caso, no hizo falta en absoluto para finales de septiembre, mucho menos con el uso del AC. Tuvimos vecinos al lado pero no esuchamos nada así que el aislamiento de las paredes parece no estar mal. Pero lo de los vecinos es siempre una lotería muy pocas veces achacable a los alojamientos. Muy agradable la estancia, sin duda.