Este tipo de alojamiento de gestión privada es ideal para familias o grupos grandes, y se pueden reservar por periodos cortos o largos. Las casas tienen instalaciones para que cocines vos pero también pueden llegar a ofrecerte desayuno como un adicional. Como tienen una puerta de ingreso independiente, son diferentes de los departamentos.
Me gusto mucho el diseño de la casa estilo campestre y a la vez su modernidad. Su moderno refrigerador y que estaba equipada hacer cualquier comida, tiene parrilla, incluso olvidamos llevar sazonador y ellos proporcionaron especies para las comidas. La limpieza de la piscina óptima, las camas en perfecto estado, sin mosquitos, paz y tranquilidad asegurada, baño amplio y equipado .
Me encanto el diseño de las cabañas, tanto que me gustaría tener una para mi casa. Además, la atención fue muy excelente. Yo la describiría como una atención necesaria, te hace sentir como en casa, porque no son melosos, pero si están atentos a lo que necesites.
Escogi pasar unas pequeñas vacaciones con mi familia en este hotel ,por los buenos comentarios que tenia ,pero al parecer cambió de dueño y el servicio es actualmente pesimo ,servicio de resturante deja mucho que desear y lo peor del caso ,querian cobrar IVA(impuestos) por el servicio de Hoteleria ,sin emitir ninguna factura menbretada ,algo que es ilegal en Nicaragua.La ubicación y las instalaciones fueron de mi agrado.
Con la actual atencion de la nueva administración,no recomendaria a nadie ,hospedarse en este Hotel.
Todo estaba muy bien te hace sentir como en casa la atención muy cordial y amistosa.la comida muy sabrosa,el pan 🍞 es delicioso pues es hecho por ellos mismos,les ánimo a probar el pan 🍞 de banana 🍌 y el Cocktail Nica Libre...
Sin duda el mejor hotel en el que estuvimos
en nuestras vacaciones en Nicaragua. Preciosa habitación duplex cuidando cada detalle, balcón con vistas al mar, desayunos y comidas deliciosos (especial mención a las croquetas y la paella de marisco que estaba deliciosa), una hermosa y enorme playa a dos minutos a pie y lo mejor los anfitriones Catalina y José que nos hicieron sentir como en casa.
El lugar es un oasis de tranquilidad y relajación.
Catalina y Jose te hacen sentir en casa con una amabilidad y una confianza excepcional.
La comida, la piscina, las cervezas, las mascotas, las micheladas, la música, todo se une para crear una experiencia agradable y relajante.
La pase demasiado bien, un lugar con una energía muy amigable a pocos metros del océano, un lugar perfecto para pasarla bien y sentirse en casa. Totalmente recomiendo Caracolitos hostal, la van a pasar de lo mejor.
Un lugar estupendo donde descansar! Puestas de sol espectaculares. Un ambiente muy cercano donde te sientes como en casa! Silvana siempre está dispuesta a ayudar y acierta siempre en sus recomendaciones. El staff es genial y muy amigable y por supuesto los dos perros que tienen Gaia y Sushi son geniales y muy cariñosos! Lo recomendaría sin duda!!
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Todo empieza con una reserva
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Y, finalmente, un comentario
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