Hostales y pensiones en Montréal

El desayuno excelente. La habitación grande, la cama más cómoda de todos mis viajes, el baño super amplio. Las zonas comunes genial, una gran cocina a disposición de los huéspedes incluso con nevera, lo que nos permitió meter fruta y agua para tenerla fría el día siguiente. Los anfitriones muy amables, encantadores .

Las instalaciones son excelentes, de muy buen gusto y super limpias. Las atenciones del anfitrión Jean Francois fueron insuperables, muy respetuoso, afable y atento a ayudarnos y aconsejarnos en todo lo relacionado a nuestra estadía en su maison. Gracias J Francois por tu cercanía, te recordaremos.

Todo es antiguo pero decorado con buen gusto. Jardín precioso. Habitación enorme. Los propietarios extraordinariamente amables.

La situación del hotel, rodeado de naturaleza, se duerme muy bien por la noche por el silencio.

Un sitio con mucho encanto, el trato excepcional, y un lugar precioso en el que quedarte. Nos encantaron las habitaciones, la decoración y la terraza. Además aceptan perros y pudimos ir con nuestro perro. Recomendado.

Todo está bien. Es muy nuevo. Genial si vas a ir en bicicleta por el canal pues está a la altura de una esclusa muy cerca de Castelnaudary. Los dueños tienen un molino-tienda justo enfrente del edificio, pero la hora de entrada son las 16 horas y creo que la tienda solo está hasta las 18 horas, eso da un margen de solo dos horas para el check in. De todas maneras, entiendo no hay problema. Nosotros llegamos antes y nos dejaron cambiarnos para hacer la excursión con bicicletas, y creo tienen un sistema con cajas de seguridad para dejar las llaves a los que llegan después de las 18 horas. Hay un espacio grande con acceso separado para dejar las bicicletas (aunque el primer día (nosotros eramos tres habitaciones y seis bicicletas) coincidió que en las otras dos habitaciones iban con bicicletas con carritos traseros para bebés (es verdad que ese día cupieron todas las bicicletas de milagro y colgando algunas de unos ganchos que supongo tienen para cuando pasa esto)). La mejor habitación la única de la planta inferior, llamada moulin, con cama de matrimonio. Es la de minusválidos, y es la más grande y la más fresca (muy valorable estos días tan calurosos). Nos dijeron que iban a poner ventiladores de techo en las habitaciones. Arriba hay una habitación de matrimonio, otra enfrente que puede ser de matrimonio o separar la cama para hacer dos individuales (nosotros teníamos estas dos y la de abajo), y las dos cuádruples. Tienen lavadora y tendedero (fundamental porque estuvimos cinco días con las bicicletas). Cenamos muy, muy bien. La pizzeria Rocco, cassoulet en Chez David, carne en Gueuleton (y un vino exquisito a precio muy razonable), estos tres en Castelnaudary, y Le Coin des Gourmands en un pueblo encantador que se llama Saint-Papoul.

Tiene una ubicación espectacular, es precioso, decorado con mucho gusto y bien mantenido. Desayuno incluido. La habitación Gustave es muy cálida.

A tan solo 10 min andando de la ciudad medieval, parking al lado del alojamiento y con bastantes comercios cerca. La anfitriona es muy amable, nos dejó toallas, gel de ducha. Teníamos acceso a una terraza con mesa. La cocina estaba muy bien equipada, la TV tenía Netflix/amazon prime. Volveremos a repetir sin duda

En general todo: La atención por parte de los dueños con buenas sugerencias, el diseño la comodidad y limpieza de las instalaciones, el estupendo desayuno. Establecimiento altamente recomendable