La Flambée se encuentra bajo las colinas Blond, a menos de 5 km de Bellac, en el Alto Vienne. Esta casa de campo del siglo XVIII tiene jardín y conexión Wi-Fi gratuita en todas las dependencias.
Aitor F.
España
Un alojamiento familiar muy acogedor en plena campiña.
Los anfitriones fueron muy amables, muy dispuestos a ayudar en cualquier cosa que necesitáramos.
El desayuno, completo y exquisito: zumo, leche, café, chocolate, tostadas, brioche, fruta, yogures, mantequilla, mermeladas caseras...
La habitación era amplia y todo estaba limpio.
Decoración cuidada y bonita.
¡Encantados de haberlo elegido!
Le Presbytère des Renards se encuentra en Magnac-Laval, a 46 km de Circuito de Val de Vienne, y ofrece mostrador de información turística, habitaciones libres de humo, jardín, wifi gratis y terraza.
LA FERME DE ROUFFIGNAC se encuentra en Blanzac, a 38 km de Recinto ferial de Limoges, y ofrece alojamiento con piscina de temporada al aire libre, parking privado gratis, jardín y salón de uso común.
Yolanda
España
La ubicación es inmejorable. La habitación es muy grande, muy limpia y con muchos detalles. Y por supuesto los dueños encantadores. Para volver seguro.
Vue Du Vallon está en Bersac-sur-Rivalier, a 31 km de Zénith Limoges Métropole, y dispone de alojamiento con piscina de temporada al aire libre, parking privado gratis, jardín y salón de uso común.
Jordi
España
Desayuno excelente, habitacion amplia y con muchos detalles (café, galletas...) y la persona que gestiona el negocio un 10 en todo (amabilidad, empatía...).
Llegamos al hotel sobre las 19h, le preguntamos que había por la zona para cenar y nos dijo que nada pero que no nos preocupáramos que ella nos daba de cenar. En 10 min tenía preparada pizzas, embutido, queso, pan recién horneado ...
Muchas gracias por todo, lastima que solo pudimos estar 1 noche porque íbamos de paso, pero prometemos volver con más días para poder disfrutar de la zona, la piscina...ya que nos quedamos con ganas de más!
Los hostales y pensiones son una opción ideal para los viajeros que prefieren un alojamiento sencillo con toques personales. Son acogedores y normalmente los gestiona una familia, por eso es fácil que te den recomendaciones sobre la zona y servicio de comidas opcional. Además de ser más baratos que un hotel, a veces tienen jardín y zonas comunes muy agradables.
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