Esta es la mejor opción para quien quiera escapar del ruido y del ritmo ajetreado de la ciudad. Las casas rurales son casas privadas situadas en el campo que pueden disponer de instalaciones comunes y con comidas disponibles. Pueden incluir actividades como senderismo, observación de aves o rutas en bicicleta.
La casa es muy amplia, con unas bonitas vistas al mar y a la montaña y con todo lo que se necesita. A destacar la amabilidad del personal, de Mafalda, siempre muy disponible a ayudar y hacer de tu estancia la mejor. Muchas gracias!!
Un lugar muy especial. El pueblo es una maravilla y las casitas muy bien cuidadas, rodeadas de naturaleza y con muchos detalles que las hacen muy acogedores.
El servicio es muy bueno, tuvimos un problema la primera noche con la ducha y enseguida lo solucionaron y nos pusieron facilidades.
Además, siempre te ayudan y te orientan con cualquier necesidad que tengas o incluso con tus planes por la isla.
Todo. La casa es preciosa, con todo lo que se pueda desear. La barbacoa cubierta en una habitacion con una mesa amplia para compartir con amigos o familia. Las vistas desde el salón dan al mar y a un precioso atardecer y desde la habitación se ve la montaña con sus maravillosas cascadas. Ell dueño nos sorprendió con desayuno y bebidas variadas. En fin, una maravilla. Mil gracias por esta estancia tan estupenda.
Es una experiencia muy especial y diferente pernoctar en esta antigua aldea recuperada para el turismo, en un entorno natural realmente precioso en medio de la naturaleza. No encontrarás todas las comodidades de los espacios modernos, sino casas y caminos de piedra, vacas pastando, muebles de la abuela,…ahí radica su encanto junto al maravilloso paisaje.
El sitio supera todas las expectativas. Cada huésped cuenta con muchísima intimidad y sientes en todo momento que te encuentras inmenso en la naturaleza. Los trabajadores son maravillosos, atención de 100%.
Es un sitio idílico en plena naturaleza y decorado tanto dentro como fuera con todo detalle. Hay una gran tranquilidad y está muy bien ubicado. Al que le guste la experiencia rural desde luego es su sitio!
La idea de recuperar una aldea y transformarla en alojamientos muy en contacto con la naturaleza, es maravillosa y proporciona otro tipo de experiencia, única, diferente en la isla das Flores. Y convierten a este alojamiento como lugar imprescindible para alojarse en la isla.
Además de la paz y la atención exquisita del equipo de la Aldea, atentos a cualquier necesidad del viajero.
JOSEFAMARIA
Familia con niños pequeños
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