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Pueblo encantador, espectacular entorno y muchas posibilidades de trekking, aunque la Vía del Amor estaba cerrada hasta el siguiente fin de semana

Un sitio muy especial, cualquiera de las cinco tierras tienen mucho encanto. Buena comida, te puedes bañar y perderte por sus calles. Un sitio romántico para hacer millones de fotos.

No es para gente con movilidad reducida. No esta claro y especuficado que hay que hacer un gran esfuerzo fisico ( escaleras y pendientes) todos lis dias al moverte, salir e ingresar al departamento. Cobran tasas adicionales impuestos sobre lis cuales no enteegan ninguna factura. El alojamiento es tal cual se publica comodo, limpio y con todo lo detallado, pero las escaleras y pendientes son una sorpresa fisica importante. La comida callejera es barata y espectacular, hay 2 markets cooperativos con excelentes precios. La mejor playa es Monterosso. El resto de los pueblos son muy pintorescos pero para caminar. ATENTOS el esfuerzo fisico es muy grande.

La costa de Cinque terre es maravillosa. Vale la pena visitarla mas si uno viene de varios dias de recorrida de otros sitios dodne dedicamos 14 a 18 hs de visita cultural y citadina. Aquí se descansa, se interactúa con el lugar de una forma especial. Atardeceres soñados , mezclados con muy buena gastronomía y mar tranquilo, cálido y transparente. Un pueblo bellísimo serpenteado por una calle llena de comercios e historia. Riomaggiore es una de las dos alternativas que elegiría para dormir. quizá mi próxima elección sea Monterroso. Tiene mas playas y mas espacio manteniendo la misma filosofia. Amabas son la entrada y salida del circuito de Cinque Terre . Se recorre fantásticamente bien en tren ( 5 a 10 minutos entre pueblo y pueblo) y la posibilidad de tomar el barco para visitar cada pueblo es imperdible.

Precioso pueblo pintoresco entre el mar y la montaña, con bonitas casas de colores pastel y senderos de montaña (algo estrechos y empinados, no tan fáciles) para disfrutar de los paisajes desde lo alto. Tiene buenos restaurantes (donde se sirven buenos vinos locales, incluida la legendaria Sciachettrà, el vino dulce de la zona) y está bien comunicado por tren (recomendable su uso) con las poblaciones cercanas. En algunos momentos del día puede llegar a estar muy lleno de turistas, incluso fuera de temporada.

Es un pueblo elevado, es decir, es difícil el acceso en cuanto a cuestas, escalones, piedras... logicamente ese es el encanto de Cinqueterre pero aun así es para considerarlo. La llegada con coche es muy complicada, no hay aparcamientos gratis y si consigues aparcar está muy alejado del pueblo. Para los amantes del deporte y el senderismo es una chulada, mil sitios para ir a hacer paseos largos y complicados. Ver atardecer en un barco es la mejor experiencia que puedes hacer. El dinero mejor invertido del viaje sin dudarlo. Los conos de marisco frito están sobrevalorados, muy caros para lo que es en realidad.