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Un lugar cuyo nombre conocía pero era lo único. Reservamos el alojamiento en Béjar porque era un buen punto en nuestra ruta, pero nos sorprendió positivamente. Pueblo bonito con murallas que recorrer y otros encantos. Además está situado en un buen lugar para hacer planes en la naturaleza (monte, esqui...)

Un pueblo cercano, con habitantes muy amables. Resaltar el trato recibido por los Párrocos de las Iglesias.

Bèjar es un pueblo muy rural con increíbles paisajes que hacen de la estancia muy cómoda, la gente es extremadamente amable, la única pega que puedo poner es que esta situado en una vaguada y en verano acumula mucho calor y suelen ser habituales temperaturas que rondan los 40 grados. Tiene restaurantes tanto baratos, pizzerías, hamburguesas etc como restaurantes de alta calidad, por este motivo yo lo describiría como un destino de alta calidad. Es la cuarta vez que lo visitamos y siempre nos sorprende.

Centro antiguo, antiguas hilaturas, entorno agradable para senderismo o senderismo de montaña. Muy buenas chacinas en Béjar, candelario o Guijuelo

Si temperatura nocturna y diurna a primera hora. Su entorno. El Casco Histórico y poblaciones cercanas como Candelario.Mucha vegetación para sombra y frescor.

Ciudad no muy grande que se recorre fácilmente junto a la A-66. En julio organiza un festival de blues, muy interesante. El 23 de julio de 2024 pude asistir en El Bosque de Béjar al concierto de Carol Alston Quintet. Excepcional. Pasear por el casco antiguo te remonta a otras épocas, sin tiendas de franquicias, con tiendas de toda la vida aunque muchas cerradas ya. La muralla, el Palacio Ducal, el museo judio, sus plazas, las vistas a la sierra de Béjar. Todo en un ambiente muy tranquilo, a un paso de Hervás, de la Sierra de Francia, de Salamanca capital y de la sierra de Gredos y, cómo no, del pueblo de Candelario, parada obligatoria, como también el museo textil de Béjar y las antiguas fábricas textiles.