Busca chalets de montaña en Aquitania

Casa rural, para el descanso en plena naturaleza 100%. Las vistas de los Pirineos son impresionantes. La tranquilidad y sin ruido exterior. Con este alojamiento adelantas unos kilómetros de la etapa más dura de todo el Camino Francés.

Sitio idílico, casa rodeada de naturaleza, silencio, paz. Recibimiento por propietarios personal, con mucha amabilidad y encima, con obsequio de bien venida. Totalmente aconsejable.

Es un espacio familiar muy tranquilo, rodeado de naturaleza y un pequeño lago. Los anfitriones son excelentes, muy amables. El desayuno espectacular. Te sientes como en casa. Me encantaría repetir.

Sant Astier es un pueblo pequeño, tranquilo y rodeado de naturaleza. Es ideal para alojarse si quieres explorar la zona. Hay todo tipo de servicios, restauración, supermercados y estación de tren. El hotel es excelente, limpio, muy tranquilo y los dueños son encantadores y atentos. Las habitaciones tienen vistas al río, son amplias, cómodas y están muy limpias. Sin duda, repetiré si volvemos a visitar la región porque fue como estar en casa.

La tranquilidad del lugar, la casa está muy bien equipada con todo lo necesario para pasar unos días. La dueña muy atenta y pendiente de todo. El lugar es espectacular para disfrutar de la naturaleza y desconectar, los niños disfrutan mucho del ambiente con los animales y el campo.

El anfitrión, Paul, muy pendiente de que no nos faltara nada. La naturaleza que rodea la casa. Y el desayuno con productos locales.

El anfitrión Paul ha sido lo mejor. Habla un castellano más que bueno. Se preocupa por dar todas las indicaciones y consejos para disfrutar de la zona. El desayuno con productos caseros, delicioso y abundante Además hay nevera con un estante para cada habitación, cafetera, microondas... En la habitación no faltan detalles. Y la casa es muy bonita, situada en los alrededores de Espelette, en plena naturaleza Un 10 tan grande como la casa. Nos encantaría volver en otra ocasión

Me gustó mucho la ubicación y la amabilidad de los anfitriones. Es una casita en la campiña, lejos de la ciudad, en medio de una zonas de chalets... un lugar ideal para desconectar unos días y disfrutar de la zona. La casa la tenían totalmente renovada, me alojé en una habitación doble muy grande, para dos personas, todo muy cuidado. Disfruté de la zona común, una zona de lectura y desconexión, decorada con mucho gusto. Los anfitriones fueron superamables, se nota que tienen vocación e interés para que la gente los visite. Repetiré sin dudarlo

Nos gustó mucho el entorno el chalet todo en la naturaleza, los propietarios Alain y Brigitte no han recibido con los brazos abiertos nos ha presentado la casa muy atentos, les doy la Gracias.