Estos hoteles-cápsula económicos surgieron en Japón y son una novedad para cualquier viajero. Cuentan con filas de camas individuales pequeñas y cerradas para brindar alojamiento básico y solo para dormir. Suelen tener un lugar aparte para dejar el equipaje y baños comunitarios separados por género. Algunos hoteles cápsula suelen tener un sentō, baño público japonés, que por lo general apunta solo a los huéspedes varones.
Un apartamento súper grande, con una terraza increíble y unas vistas espectaculares. Su anfitriona muy amable, incluso nos dejaron cápsulas de café para el desayuno del día siguiente. La ubicación es estupenda, en una calle principal.
El piso te hace sentir como en casa, todo super limpio, super cuidado hasta el último detalle, el anfitrión dejo cápsulas de café al gusto, buenísimo, vale la pena, esta de lujo, colchones comodísimos, si no te gusta es que tienes un problema
Cómodo, amplio, sencillo, con buen gusto, con pequeños detalles como cápsulas de café o condimentos de cocina, toallas grandes, tv buena, bien iluminado. Delicioso
Lo que más me gustó fue la simpatía de la persona encargada de entregarnos la vivienda. Además, nos dejaron cápsulas para hacernos café y agua mineral en la nevera, así como todos los utensilios necesarios para cocinar cualquier alimento.
La cama-cápsula está muy bien. Tienes tu taquilla con la llave dentro de la cápsula, muy cómodo. Ofrecen sábanas de tela y mantas
El servicio de lavandería y secadora bien
Para ser un albergue de peregrinos, el concepto de las camas es muy original pues se basa en el concepto de literas japonesas, donde se aloja en un espacio totalmente cerrado con cortinas que te aísla del resto, pudiendo tener tu espacio de privacidad aunque sea horizontal. Dentro de la litera hay enchufe, luz y algo de espacio para ubicar tus pertenencias
La ubicación, la cocina totalmente equipada con cafetera de cápsulas.
Los niños quedaron encantados con la Play. Muy cómodo para los niños.
Susana
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